
Sin el trivote en esta ocasión en el centro, al apostar el técnico madridista, José Mourinho, por José Callejón en la banda derecha, en lugar del medio alemán Khedira, el equipo de Marcelino García Toral salió más vivo y dejó claras sus intenciones: mucha presión y atosigar al rival para intentar sorprender al Real Madrid.
Con todo, los madridistas fueron los primeros en avisar con el francés Karim Benzema a los 9 minutos y, en el rechace de Javi Varas, con el argentino Di María, pero el meta sevillano lo abortó.
El que no perdonó un minuto después fue el portugués Cristiano Ronaldo, que abrió el marcador tras un fantástico pase de Di María a la espalda de la zaga andaluza, que anduvo dormida. El 1-0 no hundió al Sevilla, pero dio mucha tranquilidad al equipo hoy de rojo.
Al filo de la media hora, con los andaluces llevando el peso del juego y el Madrid agazapado, a la espera de asestar su golpe mortal, Negredo hizo un gran control dentro del área y su centro lo remató fuera, por poco, Manu del Moral, cuando ya se había señalado fuera de juego. En el 35, Clos Gómez anuló un gol por falta del uruguayo Martín Cáceres.
A partir de ahí, el Real Madrid, con un futbol rápido, directo, sin elaboración, fue letal. Demostró su gran pegada y dejó casi sentenciado el choque al aumentar su renta hasta un 0-3, en un visto y no visto, con un gol de José Callejón, también a pase de Di María, muy inspirado, y otro de Cristiano Ronaldo.
En tres llegadas, los de Mourinho acabaron con todos los sueños sevillistas en una primera mitad en la que el futbol, quizás, fue un poco injusto con el equipo de Marcelino. Pero el que llega al área, es el que marca goles. Pepe fue expulsado a un minuto del descanso y entró al campo el zaguero Albiol por un dinámico Callejón, lo que dejó cierto poso de ilusión al Sevilla para buscar el milagro.
En la reanudación, obligado por el resultado y animado por tener un hombre más, el Sevilla saltó con más pólvora, al entrar el malí Freddy Kanouté, tantas veces su talismán, por el mediocampista alemán Trochowski, pero el Real Madrid no perdió el tipo, ni la concentración. Sí se vio obligado a trabajar, y mucho.
Los madridistas, con diez, tuvieron que multiplicarse para contrarrestar el ansia, más que la claridad, del Sevilla, que no aprovechó su superioridad numérica. Se pusieron el mono de trabajo, aguantaron bien los intentos, sólo por impulsos y más aún por el resultado tan adverso, de los locales y tampoco pasaron apuros.
El croata Rakitic lo intentó en el minuto 55 con un tiro flojo, a las manos de Casillas, y en el 58 con un disparo del chileno Medel. Pero el 0-3 fue una losa muy pesada, gigantesca, para los de Marcelino, que mostraron voluntad pero poco acierto en ataque.
El choque parecía zanjado. Sólo Benzema y Cristiano aparecían fugazmente, con su equipo más dedicado a aguantar el resultado. Eso es lo que más le interesaba, pero, a los 65 minutos, el argentino Di María redondeó su magnífico partido con el 0-4, al contragolpe.
El juego se tornó loco y Jesús Navas aprovechó para acortar distancias con el 1-4, pero la diferencia era insalvable, abismal, y el Real Madrid incluso la amplió en la recta final con el tercero de Cristiano, de penalti, y otro de Altintop. Negredo maquilló el resultado en el tiempo añadido con el 2-6. Al final, goleada.
Fuente: RECORD.com.mx
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